viernes, 2 de septiembre de 2011

SE VIENE LA MAROMA, SU EXCELENCIA


En realidad, para leer esto con el orden original, hay que empezar por el posteo que está abajo.  También se puede intentar ponerse patas arriba o invertir el monitor. No pasó nada del otro mundo o nada que nunca haya pasado. Como ser la porfía del autor de esta bitácora. Pero el sistema no quiso saber nada de triquiñuelas, mimos, bizcochos, dijo hasta acá llego. Debe estar con Piñera o no le gustan los perros.


Por lo tanto con la humana comprensión y el patriótico deber de rendirle un homenaje a semejantes luchadores se empieza acá con el dato que Santiago de Chile está considerada una de las ciudades con más perros vagabundos, que ya en otra parte que está linkeada más abajo nos habíamos ocupado del asunto en los videos y que ahora buscamos fotos que las queríamos compartir. También ponerlos en conocimiento que cantidad de leyendas urbanas se han echado a rodar, como la que asegura que están entrenados, organizados y responden a órdenes. Medio difícil. Porque la libertad y la lucha es lo que los caracteriza junto a los estudiantes chilenos. Ellos a la noche sueñan con orgías pantagruélicas de montañas de chiquizuelas, osobucos, espinazos y otros manjares aunque la dura realidad les diga, una y otra vez, que lo que ni siquiera abunda demasiado son restos de pan con la ternura del peñasco y que les deben dar de costado, a puro diente, para tratar de partirlos y que al trasegarlos les raspe todo el ducto digestivo.
No importa.
Se despiertan con la tibieza del sol cuando asoma por encima de la cordillera. Se lavan los dientes y se peinan tarareando todos lo misma canción. Ellos no tienen dueño ni caudillos. Tienen instinto. Y gran sentido natural por la belleza, que siempre es revolucionaria.